El Sol a Través de sus Ramas – Parque Miguel Lillo – Necochea

El parque corre por las venas de cada necochense de crianza o por opción. En mi caso este parque ha sido mi compañero de andanzas más de una vez, supe empezar a caminarlo con un año de edad para hacerme caer en sus agujas de pino, supe recorrerlo a caballo y pernoctar en el con mi uniforme de scout, supe perderme en los brazos de amores lejanos al ritmo del viento entre las ramas, supe pasar los inviernos al abrigo de los vapores del agua hirviendo infusionada con semillas de eucaliptus, supe cruzarlo en bicicleta a las tres de la mañana escuchando metal en los auriculares, supe crecer con su compañia.

El Parque Miguel Lillo se encuentra localizado desde la Calle 89, hacia el oeste, entre la Avenida 2 y la Avenida 10, la que le da acceso a las playas de la costa y al mar. Es uno de los distintivos de la ciudad de Necochea, ya que cuenta con una extensión de 640 hectáreas de reserva forestal y más de un millón de especies arbóreas (en su mayoría coníferas) que son el resguardo de aves de esta zona.



En el año 1945 la Asociación Fomento de Necochea, con la intención de crear un parque público pide al interventor de la provincia de Buenos Aires la expropiación de las tierras pertenecientes a la familia Díaz Velez. El primero de noviembre de 1947 mandan al ingeniero agrónomo Edgar Gatti a la ciudad de Necochea para que realice un estudio de factibilidad y poder crear a su vez un vivero en la casona, perteneciente a la familia antes dicha. El resultado fue aceptado para crear dicho vivero y el primero de marzo de 1948 le ofrecen al ingeniero Gatti el cargo como Jefe. Entonces se radica en Necochea para comenzar los trabajos de planificación y organización, compra de maquinarias, herramientas, muebles y útiles, etc. Las primeras semillas de Acacias y Pinos fueron enviadas desde el vivero de Miramar y se hicieron los primeros almácigos con cajones de madera. En 1949 se realizan los primeros trabajos de fijación de dunas sembrando especies forrajeras tapadas con paja de lino. El vivero producía 300000 plantas al año, 80 % de pinos y el resto Acacias y Eucaliptos.

Llegaron a trabajar 70 personas y funcionó desde el año 1949 hasta aproximadamente 1972 con esa producción.



El Parque Miguel Lillo fue la inspiración de un idealista y acaudalado caballero: Don Carlos Díaz Vélez, propietario de toda esta basta extensión, fue fundado en marzo de 1948, abarcando casi en la actualidad casi 600 hectáreas con un total de aproximadamente 4.500.000 ejemplares de especies arbóreas. El después de largas cavilaciones, decidió convertir esas, en apariencias inhóspitas arenas, en una plantación sin pensar que con el correr de los años la obra así proyectada se transformaría en el monumental lugar turístico, que es hoy, poblado de ejemplares y habitado por las mas hermosas variedades de pájaros, visitado y admirado por millares de personas.

Esta incomparable empresa que nuestros días parece obra de la varita de algún mago o salida de la lámpara de Aladino, surgió casi el mismo año en que se edificó  el Necochea Hotel, allá por 1909. El comienzo fue sumamente penoso para los que trabajaron en ella, ya que en el lugar no predominaban otra cosa que los médanos, que como niños juguetones, algunas veces, o caprichosos otras, mudaban de sitio, modificando de uno a otro día, o en pocas horas según la velocidad del viento, la fisonomía del solitario lugar. El hotel hasta tenía un tren funcional con la única finalidad de trasladar las toneladas de arena que se acumulaban de vuelta al … medano …



Su nombre, Miguel Lillo, esta relacionado a un botánico tucumano quien lucho por el mantenimiento de los espacios verdes Con más de cien especies de árboles, es una de las tantas bellezas que la naturaleza, ofrece en nuestra ciudad para disfrutar, para vivir, para tomar las vacaciones en serio.

Verdadero pulmón verde de Necochea y lugar de recreación y oxigenación, el Parque Miguel Lillo es el fruto de la creatividad, el tesón y el laborioso esfuerzo humano puesto al servicio de un objetivo: forestar las indómitas dunas y médanos que existían a lo largo de la costa local.



Los principales atractivos y servicios son: Lago de los Cisnes, Circuito aeróbico, Jardín Japonés, Área de Museos, Juegos Infantiles, Anfiteatro “Pedro Arozarena”, Jardín Francés y Reloj del Sol, Tren Ecológico del Parque, Jardín de Rocas y Paseo del Sol.

  1. Lago de los Cisnes. Enmarcado por la playa y el parque Miguel Lillo,  este lago artificial, nos permite apreciar distintos tipos de aves acuáticas, dando un marco natural en el cual se aproximan diferentes especies. Además cuenta con un mini-zoo, con animales como, cabritos alpinos, aves de corral exóticas, conejos, ovejas, chivos, pavos reales, faisán, gallinas, chanchitos de la india, tortugas de agua, y diferentes especies de aves acuáticas y terrestres.  Para disfrutarlo, el lago puede ser recorrido en bicicleta acuática o por su senda peatonal. Cuenta también con instalaciones como kiosco, baños y espacios para tomar sol, descansar y pasar una tarde en familia acompañado de la naturaleza.
  1. El circuito aeróbico, posee 3 circuitos posibles, de 3.000, 6.400 y 10.000 metros completamente señalizados. Se puede acceder desde Pinolandia, sólo transitable a pie  o en bicicleta (ideal para realizar mountainbike), teniendo además un sector exclusivo para realizar ejercicios al aire libre. Este circuito le permitirá recorrer los senderos internos del parque Miguel Lillo, disfrutando del aire puro,  la serenidad y avistar las numerosas especies de aves que se pueden encontrar en su hábitat.
  1. Jardín Japonés, El 23 de noviembre de 1971 llegan a Necochea 115 cerezos y 25 durazneros que el intendente de la ciudad de Kanazawa (Japón) envió a la Municipalidad de Necochea, para ser plantados en el Parque Miguel Lillo. Este fue el comienzo de un intercambio, cuyo propulsor fue el doctor Hideo Anada, ya que se mandaron semillas de ceibo (Flor Nacional de la Argentina) a la localidad de Kanasawa. A 25 años de estos hechos, la colectividad japonesa de Necochea solicita a la Sub Secretaría de Cultura, Educación y Deportes, que fuera erigida alguna construcción que recordara la visita del Dr. Anada y la ubicación de las plantaciones de cerezo. En consecuencia, se resuelve desarrollar un proyecto, a través de la Dirección de Equipamiento Urbano y Vivienda para emplazar el acceso al “Patio de los Cerezos” y el “Tori” (arco de entrada). Mediante las formas de esta realización se expresa al pueblo de Necochea, algunas de las tradiciones japonesas y con el color, por el hecho histórico de haber plantado los cerezos, se obtiene sentido cuando se observan los mismos en primavera.
  1. Área de Museos:

Mueso de Ciencias Naturales de Necochea, funciona en la que fuese la vivienda de los caseros de la familia Díaz Vélez. Este museo comienza a funcionar en 1965 cuando se forma la asociación de “Amigos de Ciencias Naturales”. En la actualidad se puede observar un rico material de la flora  y fauna local, incluyendo especímenes marinos y llamativas de paleontología y osteología. También sorprende el diorama de aves marinas que cuenta con unas 50 especies diferentes; además de una ballena y una tortuga laúd, procesadas mediante la taxidermia.

Museo Histórico Regional, funciona desde 1981, lleva el nombre de “Egisto Ratti” -quien fuera su primer director, desde el año 1982- se encuentra ubicado en el Parque Miguel Lillo. La “casona” en la que está emplazado, es de estilo neo-colonial construida con estas características de la década de 1920, por los herederos de Eustaquio Díaz Vélez quien fuera propietario de las tierras donde hoy se encuentra la Villa que lleva su nombre. Recorriendo su interior se podrá conocer la evolución cultural e histórica del partido de Necochea y la región a través de objetos antiguos, fotos y/o documentos, vestimenta de la época, obras de arte, material fotográfico, maquetas y  todo tipo de documentación histórica, exhibidos de manera tal que quienes lo visiten puedan recorrer nuestra historia y las características edilicias de la época. Cuenta con siete habitaciones que actualmente funcionan como salas de exposición y un patio central con un aljibe, muestra de ferrocarril y bancos para sentarse para disfrutar de un momento de esparcimiento, y un baño original de la “casona” con muestras del tipo de construcción de la misma, en las diferentes galerías internas. Allí mismo puede consultarse el Archivo Histórico.

  1. Juegos Infantiles, cuenta con hamacas, toboganes, areneros y la tradicional Calesita del  Parque, es un lugar ideal para que los niños se diviertan.

 

 

 

 

  1. Anfiteatro “Pedro Arozarena”, inaugurado en el año 1977, cuenta con una capacidad para 1.500 personas y es escenario de todo tipo de actividades culturales, espectáculos y eventos al aire libre. Su nombre es en honor al gran educador Pedro Arozarena, maestro, escritor, periodista y ecologista, fue una de las figuras más descollantes de la cultura necochense del Siglo XX. Permaneció como profesor de diversas materias durante 35 años, de 1922 a 1957, en el Colegio Nacional “José Manuel Estrada”.

 

  1. Jardín Francés y Reloj de Sol, este sector es especial para disfrutar  el sol,  ofreciendo un marco particular,  en donde saborear la naturaleza, brindando un atractivo más del Parque Miguel Lillo.

 

 

 

  1. Tren Ecológico del Parque, abarcando un recorrido de casi 3 kilómetros, atravesando el interior del parque visitando distintos puntos de interés, como la zona de fogones, juegos infantiles y Lago de los Cisnes. El Complejo del Tren del Parque cuenta con servicios de cafetería, comidas, bebidas, heladería, paseo de artesanos, baños públicos comunes y para personas con movilidad reducida.

 

 

  1. Jardín de Rocas ubicado en Av. 2 y calle 95, con senderos y escaleras rodeadas de arboleda y piedras se conforma el espacio conocido como Jardín de Rocas ideal para el descanso y la recreación familiar.

 

  1. Paseo del Sol, inicia en Av. 10 y Pinolandia, en el sector se instalaron mesas y sillas de tronco concordantes con el paisaje con el fin de equipar este sector elegido espontáneamente para el descanso y la recreación, generando así un paseo de aproximadamente 300 metros.
  2. Vivero Municipal, dentro de este espacio se puede apreciar diversas especies de arboles y arbustos como pinos, acacias, tamariscos utilizados para la fijación de las dunas, cuenta con una produccion de 40 mil plantines al año aproximadamente.
  3. Plaza Neptuno, se trata de un espacio verde donde se conmemora al dios del mar, con un monumento en su honor; ideal para descansar y disfrutar con una hermosa vista al mar.


Vayan y disfrútenlo.

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